Tudela-Perrinche. Personajes históricos

 

Estos cinco cabezudos representan junto con Felipe Terrén diferentes personajes relacionados con la historia de Tudela. Fueron presentados en el Centro Cultural Miguel Sánchez Montes- Comparsa Perrinche de Tudela el 15 de junio de 2019.

FRANCISCO GURREA

Retablista y escultor, tuvo su taller junto a la iglesia del Carmen, en la calle Herrerías de Tudela.
Realizó el retablo mayor del Convento de las Agustinas Recoletas de Pamplona (1700-
1708), considerado el ejemplo más sobresaliente del retablo churrigueresco en Navarra.
Es considerado uno de los mejores maestros retablistas de su época en España.
Gestionó los gigantes y la tarasca de Tudela desde los años 1653 a 1708, siendo la
persona que más tiempo desempeñó esta tarea.

 

SIMÓN DE CASAVIELLA
D. Simón Pedro Narciso de Casaviella y López del Castillo, obispo de la Diócesis de Tudela de 1797 a 1816. Era considerado un gran sabio e intelectual, siendo catedrático de la Universidad de Huesca y doctoral de la catedral de Jaca.
Continuó y llevó a cabo el ambicioso plan de reforma y actualización de la diócesis de
Tudela, iniciado por su predecesor en el obispado. Su intervención tras la derrota de los españoles en la batalla de Tudela fue providencial.
El general francés Lefebvre, que mandaba las primeras tropas francesas que entraron en la ciudad (8-06-1808), estaba furioso contra los tudelanos por haberle hecho frente y había dado orden de degüello general contra todos los que encontrasen a su paso.
El obispo de Tudela, con gran valor y determinación, salió al encuentro del general
francés, llorando y suplicando clemencia para los tudelanos, postrándose de rodillas
ante él.
Conmovido por el gesto y la actitud del anciano obispo, que entonces tenía 76 años y
que también le había hecho saber el origen francés de su familia, el general le tendió su mano para levantarlo del suelo y accedió a sus deseos, conmutando la orden de
degüello por la de saqueo, con la prohibición de que se tocase cosa alguna de iglesias,
conventos y casas benéficas.
La valentía y determinación del obispo Casaviella hizo que fuera muy querido y
respetado por todos los tudelanos a los que salvó de una muerte segura, siendo
considerado un héroe por el pueblo.

ANTONIA CAPARROSO
Esperanza, Antonia, Javiera Caparroso y Francés
Nace en Tudela el 19-01-1747, era una modesta mujer del pueblo que se distinguió extraordinariamente por sus actos de valor y heroísmo en los años en que los franceses ocuparon Tudela durante la guerra de la independencia (1808-1812), cuando ya contaba con más de 60 años.
Especialmente sobresalió en la libertad de soldados españoles prisioneros, disfrazándose para mezclarse entre ellos y proporcionarles alimentos y cuantas ropas de ambos sexos tenía en su poder, desplegando ingenio y serenidad admirables.
Una de sus hazañas más afamadas fue la de rescatar a Mariano Renovales, militar del
ejército español y héroe en la defensa de Zaragoza, cuando era llevado prisionero a
Francia.
Tanto destacó su heroísmo que el Ayuntamiento instruyó expediente sobre sus hechos
elevándolo ante el gobierno del rey Fernando VII para que la dotara de una pensión
vitalicia, concediéndole la de tres reales en R.O. de 12 de noviembre de 1814.

 

MAGDALENA DE EGUARAS
Nacida en Tudela el 26-07-1574,  fue mecenas y filántropa en la Navarra del Barroco.
Magdalena de Eguaras (1574-1645) es un ejemplo de mujer de la nobleza navarra que
dedicó su amplísimo patrimonio al mecenazgo de las artes y a obras benéficas.
Durante toda su vida se dedicó al mecenazgo en su ciudad natal, singularmente en el
arte y en el área musical. También instituyó el llamado “legado para casar huérfanas”, cuya organización y vigencia se mantuvo hasta la segunda mitad del siglo XX.

 

MARQUÉS DE SAN ADRIÁN

José María Magallón y Armendáriz
Nace en Tudela en 1763 en el palacio de los Magallón.
Quinto marqués de San Adrián desde 1799, ostentó también los título de marqués de
Castelfuerte, de Santiago y de la Cimada, conde de Zweveghem y señor de
Monteagudo. Carlos IV lo nombró grande de España en1802.
Es el famoso marqués de San Adrián, retratado por Goya en 1804, que se erigiría en el
verdadero protagonista de la ilustración tudelana, tratando de aportar nuevas ideas,
pensamientos y criterios de modernidad.

Fue promotor y miembro de la Real Sociedad Tudelana de los Deseosos del Bien
Público (Amigos del País). Pasó a vivir en Madrid donde se relacionó con las personalidades más destacadas del
mundo ilustrado, como Moratín.
Fue muy popular en la corte siendo pintado por Goya en 1804, que lo retrata como un
hombre apuesto, elegante, distinguido, simpático, desenvuelto, amante de la buena vida y de la sociedad mundana.
Durante la guerra de la Independencia se sumó al grupo de ilustrados que defendió la
nueva dinastía impuesta por Napoleón, entrando al servicio del rey José I, por lo que
fue tachado de afrancesado.
Acabada la guerra tuvo que exilarse en París y Burdeos.
Regresó a España en 1820 y fue rehabilitado por Fernando VII en 1829, a cuyo servicio
permaneció en la corte, hasta su muerte.