La nueva pareja de gigantes txikis de Beriáin está compuesta por Hiruburugorri, el Obispo, y Andrea, la Campesina, que fueron presentados el día 31 de agosto de 2017.
HIRUBURUGORRI
Del euskara, «Tres cabezas rojas» representa a los tres obispos de la leyenda beriaindarra del llamado «Astelehen Hiruburugorri», Lunes de las Tres Cabezas Rojas. Se dice que en 1127, tres obispos que venían del sur se encaminaban a Pamplona, capital del Reino de Navarra, para participar en la consagración de la Catedral de Santa María (antigua catedral románica, anterior a la actual). Sin embargo, una gran riada les impidió el paso hacia la ciudad, por lo que tuvieron que hospedarse en una de las localidades de la cuenca, en Beriáin. Agradecidos por el recibimiento y la hospitalidad, los tres obispos como regalo realizaron un ensayo general de los rituales que harían al día siguiente en la nueva catedral pamplonesa, consagrando así la iglesia románica de San Martín, situada en el Casco Antiguo de Beriáin. Tal efeméride ocurrió el lunes posterior al Lunes de Pascua (fechada el 11 de abril de 1127) siendo aún hoy el día siguiente, el martes, fiesta de la consagración de la Catedral de Pamplona. Como testigo, se recuerda tal fecha con la llegada de San Miguel de Aralar a la catedral, imagen que portará el gigante en su collar. Por otro lado, existe una placa moderna en un muro lateral de la iglesia, con tres mitras representadas, las cuales lleva el gigante dibujadas en su mitra.
ANDREA
Representa al pueblo de Beriáin en forma de campesina, labor histórica de la zona, del trabajo del trigo y su cosecha. Viste un atuendo sencillo, portando los elementos imprescindibles del trabajo: la hoz para cortar el trigo, y el trigo mismo en su cesta. Es una manera de homenajear a los y las habitantes de Beriáin que araban sus campos colindantes, para poder realizar la harina, y posteriormente el pan, alimento imprescindible en época medieval y aún en la actual. Lleva un nombre común en la época, Andrea, venido del euskara («mujer»), símbolo también de los primeros nombres propios que se documentan en Beriáin. Representa, en compañía a Hiruburugorri, al pueblo llano de Beriáin que acogió con tanta hospitalidad a los tres obispos que se dirigían a Pamplona.